Todos los hombres del rey
martes 12 de junio de 2012
a las 6:00 p.m.
entrada gratuita
Casa de Cultura Obrera
Steven Zaillian, 2006, E. U. Esta versión reciente de la película del
mismo nombre filmada en 1949, basada en la novela de Robert Penn Warren
de 1946, es la historia de un ciudadano norteamericano que inicia su
“carrera política” en el Estado de Luisiana, primero con la intención de
ser gobernador, después en la competencia electoral para llegar a la
Presidencia. Su conversión de ciudadano común y corriente en “político
profesional” está motivada por la idea de que, al ser un hombre como
cualquier otro, conoce las necesidades del pueblo, de la clase
explotada. La lucha electoral es, bajo esta lógica, el medio para la
transformación: llegar al Poder para conducir las políticas Estatales en
beneficio de los más pobres. “Si no votan, ustedes no cuentan” repite
de lugar en lugar.
Para conseguir lo que se propone, el ahora político hará alianzas con
los que tienen los recursos económicos, se rodeará de quienes han
llenando sus bolsillos con el dinero de la corrupción y se han hecho
poderosos a costa del mismo pueblo que dice representar. Conforme su
carrera asciende, esas alianzas serán más fuertes y pronto empezará a
parecerse a los que, no hace mucho, eran el enemigo a vencer. A su lado,
la inseparable compañía de la prensa le dará sentido a la forma de
hacer política desde el Poder, una política basada en discursos y no en
acciones, basada en una opinión pública construida desde los medios de
comunicación y sus intereses particulares y viceversa, una política que
centra el poder de decisión en una persona y donde el pueblo cuenta como
cuentan los votos en las urnas.
Todos los hombres del rey es, por lo tanto, más que un relato de
aspiraciones personales. En esta película encontramos ideologías y
prácticas políticas que, según vemos, son repetidas en los diferentes
países. Se trata, más bien, de un retrato de la clase política de
mediados del siglo pasado en el contexto del Estado Nación capitalista.
Como los E.U. sí, pero no sólo.
Frente a la crisis de legitimidad de la clase política de ahora- y
con ella, la de los medios de comunicación- nos remontamos al pasado
cercano para tratar de encontrar los elementos de continuidad en la
política de arriba- como la corrupción y la mentira- y aquellos que hoy
aparecen como parte de la crisis del Poder en su conjunto. Es decir, nos
preguntamos ¿cuál era antes el papel del Político?, ¿por qué se
planteaba la transformación en el terreno de lo electoral?, ¿qué
implicaba la conducción del Estado? Y cuál es el papel del Político
ahora en medio de un Estado desmantelado por el propio sistema que lo
creó… ¿cuál es ahora el poder del Poder?