18.4.06

EZLN: La importancia de cumplir la palabra empeñada

LA OTRA CAMPAÑA, EN MOVIMIENTO
Como lo anunció en La Sexta, envía maíz y petróleo a Cuba
Raymundo Reynoso, enviado
MÉXICO, DF. (AMATE) 18 de abril.- Cuando a mediados del año pasado el EZLN divulgó la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, no pudo dejar de notarse que los zapatistas, en contraste con sus declaraciones anteriores, explicitaban su hermanamiento con las luchas populares del mundo, y particularmente con los pueblos de América Latina.
El EZ articula dicha postura en el capitulo III de la Sexta “De Cómo vemos el mundo”, en el que se lanza de lleno en contra del capitalismo y de la globalización neoliberal, sistema en el que “los grandes capitalistas que viven en los países que son poderosos, como Estados Unidos, quieren que todo el mundo se hace como una gran empresa donde se producen mercancías y como un gran mercado”.
Ante esto, en su texto señalan que “los zapatistas decimos que la globalización neoliberal es una guerra de conquista de todo el mundo, una guerra mundial, una guerra que hace el capitalismo para dominar mundialmente. Y entonces esa conquista a veces es con ejércitos que invaden un país y a la fuerza lo conquistan. Pero a veces es con la economía, o sea que los grandes capitalistas meten su dinero en otro país o le prestan dinero, pero con la condición de que obedezca lo que ellos dicen. Y también se meten con sus ideas, o sea con la cultura capitalista que es la cultura de la mercancía, de la ganancia, del mercado.”
“Pero, -aclara el EZLN- no es tan fácil para la globalización neoliberal, porque los explotados de cada país pues no se conforman y no dicen que ya ni modo, sino que se rebelan; y los que sobran y estorban pues se resisten y no se dejan ser eliminados. Y entonces por eso vemos que en todo el mundo los que están jodidos se hacen resistencias para no dejarse, o sea que se rebelan, y no sólo en un país sino que donde quiera abundan, o sea que, así como hay una globalización neoliberal, hay una globalización de la rebeldía”.
Ya en el capitulo V, titulado “De lo que queremos hacer”, los zapatistas les dicen “a todos los que resisten y luchan con sus modos y en sus países, que no están solos, aunque somos muy pequeños, los apoyamos y vamos a ver el modo de ayudarlos en sus luchas y de hablar con ustedes para aprender, porque de por sí lo que hemos aprendido es a aprender.

“Y queremos decirle a los pueblos latinoamericanos que es para nosotros un orgullo ser una parte de ustedes, aunque sea pequeña. Que bien que nos acordamos cuando hace años también se iluminaba el continente y una luz se llamaba Che Guevara, como antes se llamó Bolívar, porque a veces los pueblos agarran un nombre para decir que agarran una bandera. Y queremos decirle al pueblo de Cuba, que ya lleva muchos años resistiendo en su camino, que no está solo y que no estamos de acuerdo con el bloqueo que les hacen y que vamos a ver el modo de mandarles algo, aunque sea maíz, para su resistencia”.
Esta alusión a Cuba, a la que además de maíz el EZ anunciaba le enviaría “dos tambos de 200 litros cada uno con gasolina o petróleo” provocó reacciones encontradas entre quienes se enfrascaban en encontrarle significados mil a La Sexta.
Es un gesto fraternal, diría alguno. No, replicaría otro, los del EZ se están burlando de Cuba. La discrepancia de los comentarios, vertidos durante una de tantas sesiones realizadas en esta ciudad, quedó resuelta ya: los zapatistas saben cumplir su palabra.
Y como lo anunciaron desde junio del año pasado en La Sexta, el chompiras –famoso camión de carga de los zapatistas- se enfila hacía el puerto de Veracruz con 8 toneladas de maíz y 400 litros de gasolina.
De acuerdo a Gloria Muñoz, en un texto publicado hoy en el periódico mexicano La Jornada, para el acopio las comunidades chiapanecas en resistencia se organizaron por regiones, comunidades y familias y hubo entregas que fueron de uno hasta de 500 kilos, según las posibilidades de las y los que se sumaron al gesto solidario para con el pueblo cubano.
Una comisión de la junta de buen gobierno, autoridad autónoma zapatista, será la encargada de entregar el cargamento en el puerto de Veracruz, de donde partirá con destino a la isla como "muestra de la solidaridad entre los pueblos que resisten contra el capitalismo".
Muñoz cita a Doroteo, autoridad civil zapatista, quien declaro que “les enviamos a los compañeros del pueblo cubano un poco de alimento de lo que nosotros consumimos por acá, porque ellos también están en resistencia desde hace más de 40 años. Vamos con muchísimo ánimo para hacer la entrega de este humilde apoyo”. El compa Doroteo destaca que con el envío del maíz y el petróleo “no vamos a provocar a nadie. La solidaridad no es un delito, aunque de por sí no les guste a los de arriba. La solidaridad es como dar vida a la resistencia. A eso vamos.”
En este contexto, resulta pertinente decir que la publicación de La Sexta y la mención a Cuba impulsó en la Isla la creación de un sitio en Internet, La Zezta, que le ha dado seguimiento puntual a La Otra Campaña (http://lazezta.blogspot.com).
Hace un par de meses atrás, Boris Leonardo Caro publicó en dicho sitio un artículo titulado “¿Por que apoyar la causa zapatista en Cuba?”, que, en contraste con las tesis prevalecientes sobre el tema, destaca más de un paralelismo en la historia reciente de México y Cuba.
Caro afirma:
“Hace once años un grito estremeció las raíces de nuestro continente: ¡Ya basta! Desde un rincón olvidado del sureste mexicano, los pueblos indígenas le recordaron al mundo pesimista de aquel tiempo, que la dignidad aún era una buena razón para entregar la vida.
Hace once años Cuba trataba de sobrevivir al descalabro de los socialismos i-reales, y a la furia creciente de un imperio que creyó vencido a su más tenaz enemigo.
Por debajo del mar, atravesando la piedra fría y el agua, la resistencia de Cuba y la proclama indígena estallaron al mismo tiempo, como unidas por vasos comunicantes. Consignas idénticas: el ¡ya basta! zapatista: el ¡socialismo o muerte! cubano.
Cuando en el planeta se rendían estandartes a lo imposible de construir otra historia que no fuese la de la eternidad capitalista, el EZLN engendró un terremoto y quebró los muros del templo donde se celebraba el tratado de libre comercio de América del Norte (TLC).
Cuando hablar de socialismo parecía nostalgia o desvarío, Cuba anunció su decisión de seguir levantando, sin padrinos, casi sola, un sistema social diferente.
En las montañas del sureste mexicano, l@s zapatistas soportaron ofensivas del ejército, matanzas de los paramilitares, cercos, traiciones… Y nadie pudo hacer que se quitaran el pasamontañas y bajaran la cabeza, de regreso a una servidumbre de cinco siglos.
En la isla mayor de las Antillas, el pueblo cubano aguantó leyes imperiales, sabotajes, vaticinios sombríos… Y nadie pudo hacer que entregaran su soberanía a un procónsul venido del norte brutal.”
El EZLN, añade el autor, también se ha dado cuenta de que solo no puede continuar.
De ahí, destaca, el sentido de la Otra Campaña, que en su vocación aglutinadora rebasa las fronteras de México, aunque su objetivo central sea la conformación de una alternativa de izquierda antineoliberal y anticapitalista en la nación de Hidalgo, Juárez y Zapata. Y de ahí el porqué del llamado a adherirse a la Sexta de Lacandona, que reclama los esfuerzos de todo el que crea en la vía revolucionaria como la única para rescatar a la América Nuestra de la hegemonía imperialista.
“El zapatismo continúa, de una forma más auténtica que aquellos gobiernos priístas de ´-‘intachable’ política exterior, una añeja tradición de hermandad entre México y Cuba. No sólo porque vayan a enviarnos ocho toneladas de maíz y dos tambos de gasolina, o porque respalden nuestra resistencia contra los rapaces bloqueos imperiales; sino también por la defensa de una utopía humanista que, en esencia, es también el sueño de enero de 1959.
“Apoyar hoy al EZLN es apuntalar la esperanza de l@s excluid@s, de l@s marginad@s, de l@s perseguid@s, de l@s olvidad@s de México, que son el reflejo de otr@s millones que mal-viven en el mundo. L@s excluid@s por la miseria, por la enfermedad, por el silencio: l@s homosexuales, despreciad@s por una moral de dobleces; las mujeres, atadas por el machismo hipócrita; l@s jóvenes, arrastrad@s a un futuro violento; l@s emigrantes, arrancad@s de su tierra; l@s drogadict@s, hundid@s en la pesadilla; l@s obrer@s, que trabajan para subsistir apenas; los soldados, asesinados por quienes los envían a guerras sin fin; l@s niñ@s, empujad@s al basurero; las prostitutas, esclavas de una voracidad abyecta; l@s ancian@s, empujad@s al suicidio; l@s campesin@s, que nacen en suelo ajeno; l@s indígenas… Pero también tod@s l@s que se oponen a la barbarie capitalista, a los falsos sueños que vende el mercado, a la destrucción del planeta por un consumismo insaciable.”
Para Boris Leonardo Caro, “La Otra Campaña, más allá de sus propósitos nacionales, confluye con el ascenso de los movimientos progresistas en América; subleva a l@s que están abajo y a la izquierda, en una ofensiva hasta las márgenes del río Bravo, transfigurada en homenaje a las legendarias epopeyas de Bolívar, Sucre y San Martín.
Como ha dicho el argentino Atilio Borón, ‘la batalla final contra el imperialismo será en América Latina’. Y en ese combate, por azares de la geografía y deberes de la historia, Cuba y México ocupan las trincheras de avanzada”.
Ciertamente, el mexicanisimo y chiapaneco envío que partirá de Veracruz –nomás recordemos, por de pronto, que el Granma zarpó del veracruzano puerto de Tuxpan- va cargado de una multitud de significados.
¡Ah! Y tengamos presente, sobre todo, que los compas zapatistas han demostrado, una vez y otra también, que saben honrar la palabra empeñada.
RR/PR

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